A LA HOGUERA

Antes de Eva, fui Lilith y ya me asesinaron. Fui Eva, y quise saber y por querer saber me desterraron.

Pasé siglos entre hoguera y hoguera, Pasaron los siglos y fui Galileo: -que la tierra se mueve alrededor del Sol. Maldito hereje. -A la hoguera. Luego fui Miguel Servet. Me quemaron en una plaza por defender la circulación de la sangre.

Defendí la Libertad, la Fraternidad, la Igualdad de la Revolución Francesa. Me quemaron. Aposté por la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Me quemaron.

Fui Pasionaria y luché por la República. Brazo en alto me quemaron.

Fui Fernández-Ordóñez aposté por el divorcio. Me quemaron.

Fui Ernesto Cardenal. Aposté por la vida por el futuro. Dedo acusador. Plaza de la Revolución. Managua. Me quemaron.

Usé preservativos. Me quemaron. Defendí a los homosexuales. Me quemaron. Ahora defiendo el aborto. .HEREJE. -A la hoguera. Me queman. me quemaron.

Arderé bien a gusto en la hoguera, antes de soportar un instante la visión de Martinez- Camino, Roucos-Valera y otros Berzosas por el estilo.

-Si te incineras, pecas -dice, Raúl Berzosa. Y no podrás resucitar en cuerpo y alma en la vida eterna. Serán mamarrachos.

JESÚS ÁNGEL REMACHA

Martínez-Camino es el portavoz de la Conferencia de los Obispos. Rouco-Valera, su presidente. Y el tal Berzosa, el obispo de Oviedo, que no fue capaz de ganarme en las fiestas de Aranda, en una carrrera de TRICICLO. En aquel siglo en el que éramos amigos. Lo dicho, unos mamarrachos.