EL VIAJE DE UN LECTOR -5. NÚMEROS PARES, IMPARES E IDIOTAS

JUAN JOSÉ MILLÁS HA RECIBIDO HOY EL PREMIO NACIONAL DE NARRATIVA, POR SU LIBRO "EL MUNDO", EN EL QUE EXPLORA EL MUNDO DE SU NIÑEZ, A UN LADO Y A OTRO DE LA VIDA.
Millás, que como articulista me parece genial, escribió un libro que el año pasado leímos en clase. NÚMEROS PARES, IMPARES E IDIOTAS. En el último de los cuentos, que te dejo aquí, habla de los números, pero realmente habla de inmigración, del respeto al otro, de una palabra que sigo sin entender: extranjero. ¿QUE DIABLOS SIGNIFICA SER EXTRANJERO? JESÚS ÁNGEL REMACHA

"Europa era un lugar sin números, aunque con muchas letras. Sus habitantes no sabían cuántas, puesto que carecían de números para contarlas, Tampoco sabían el numero de ojos, ni de piernas, ni de brazos que tenían.

En la escuela, cuando los profesores preguntaban a los niños cuántos años tenían ellos decían. -Varios. - ¿Y cuántos dientes tienes? -Varios. ¿Y cuantos pelos tenéis en la lengua? -Ninguno. Sólo sabían decir varios y ninguno. Hacían preguntas absurdas como las de los pelos para dar la impresión de que sabían contar.

Cuando las madres mandaban a sus hijos a la tienda, para hacer recados, si ellos preguntaban cuántas magdalenas o patatas debían comprar, ella decían --Varias. -Y, ¿cuántos pulmones de acero? -Ninguno.

La gente no cumplía años, si no varios años o ningún siglo.Si en la entrevista de trabajo, te preguntaban cuántos años tenían la respuesta correcta era: -Varios. -¿Y siglos? -Ninguno.

Los sabios dijeron que no se podía continuar así, por que para entender la realidad, es preciso nombrarla o numerarla. Entonces inventaron los números romanos que están hechos de las letras mayúsculas: Así la I quiere decir 1; la V, 5; la X, 10; la L, 50; la C, 100; la D, 5oo y la M, 1000.

No es que fuera fácil contar con los números romanos. -Pero eran mejor que nada. -Yo tengo XXX años. Pedro me ha quitado VI cromos. -A mi hijo le han seguido XV granos en la cara.

Entre tanto había en África unos números muy fáciles de entender y muy practicas para contar y numerar las cosas, que al enterarse de las dificultades europeas decidieron emigrar en busca de un trabajo más digno.

La mayoría de ellos, viajaron apiñados en pequeñas embarcaciones llamadas pateras, que con frecuencia naufragaban antes de alcanzar la costa, condenando a los números y a las númeras árabes a perecer en medio de horribles sufrimientos. Algunas de estas númeras estaban embarazadas y jamás verían la luz.

Los que lograban alcanzar la costa tenían que huir de los números romanos, que les llamaban extranjeros o moros, despectivamente, y les perseguían con leyes y palos.

La población, al ver que era tan fácil contar con ellos las cosas, empezó a usarlos sin importarles lo que dijeran las leyes. - Hijo, vete a la tienda y compra 2 botellas de leche y 3 barras de pan. -Mi padre ha cumplido 42 años. El día tiene 24 horas. Yo tengo 2 ojos en la cara. Me debes 7 cromos.

Los números romanos comprendieron que su tiempo había pasado y negociaron ser utilizados en la base de los monumentos dónde llevan una vida feliz y son muy respetados.

Hoy la mayoría de la gente no sabe que los números que utiliza son árabes. A nadie en su sano juicio se le ocurriría no usarlos porque son extranjeros. Aunque la pregunta correcta es: ¿Son de verdad extranjeros? ¿Qué diablos significa ser extranjero?" JUAN JOSÉ MILLÁS.