EL VIAJE DE UN LECTOR -7- EL MITO DE PROMETEO

CUANDO PROMETEO ROBÓ EL FUEGO A LOS DIOSES, PARA DÁRSELO A LOS HOMBRES, ZEÚS JURÓ TOMAR CUMPLIDA VENGANZA.

Zeus decidió crear una hermosa doncella destinada a casarse con Prometeo y perderlo. Zeus ayudado de su hijo Hefesto diseñó una mujer perfecta. Para hacerla más atractiva aún le dotó de una cualidad especial: la gracia, el encanto, el ingenio, la sabiduría- Por eso la llamaron Pandora que quiere decir todos los dioses.

Un día.Zeus llamó a Pandora, le entregó una caja diciéndole: -Te hemos elegido para esposa de Prometeo. Irás a la tierra como regalo mío. Y le llevarás esta caja. Ten cuidado de que esté siempre cerrada.

Una mañana llamaron a la puerta de Prometeo. Cuando el Titán la abrió se encontró ante sus ojos con la mujer más hermosa que habían visto sus ojos.

-Soy Pandora, -le dijo la adorable doncella y he venido a la Tierra como regalo del mismo Zeus.

Deslumbrado por sus belleza, Prometeo se disponía a aceptarla cuando se dió cuenta de que era una treta del astuto Zeus. Así pues, se la devolvió al Olimpo, con gran disgusto del padre de los dioses.

Zeus cambió de estrategia y envió a Pandora al irreflexibo Epimeteo, hermano de Prometeo. Epimeteo la vio tan hermosa, que desechando toda prudencia, consintió en tomarla por esposa.

A Pandora y su marido les intrigaba muchísimo aquella caja cerrada. Un día, incapaces de refrenar su curiosidad, abrieron la caja y miraron su interior con la esperanza de encontrar algún tesoro. De ella salió, un enjambre de monstruos y diablillos, junto a todos los males que, a partir de ese momento, asolan a los hombres: la muerte, las enfermedades, el dolor...

Horrorizada, Pandora intentó cerrar la caja. Pero ya era tarde. En la caja, sólo quedaba un animalito, la Esperanza que es cuanto les queda a los hombres en tiempos de desgracia y aflicción.

Pero Zeus aún no se había vengado suficientemente de Prometeo. Lleno de ira, hizo prender al titan y lo encadenó en una cumbre rocosa del Caúcaso. Allí quedó Prometeo, prisionero. Todos los días, antes de la puerta de sol, una enorme águila se abatía sobre él, para devorar sus entrañas. Que a la mañana siguiente, se habían regenerado de nuevo.

Así fue como el amigo de los hombres, fue castigado por ayudarles.

Y, allí sigue todavía.

Hay historias, como las de Prometeo, que se repiten siempre. Siempre hay quien desafía a los dioses, y lucha por una causa justa. Os tengo que hablar de SÍSIFO

JESÚS ÁNGEL REMACHA