I. Construye un cielo más bien cóncavo. Píntese de verde o de café: colores terrestres y hermosos. Salpíquese de nubes a discreción. Cuelgue con cuidado una luna llena en Occidente, digamos tres cuartos sobre el horizonte respectivo. Sobre Oriente inicie, lentamente, el ascenso de un sol brillante y poderoso. Reúna hombres y mujeres, hábleles despacio y con cariño, ellos empezarán a andar por sí solos. Contemple con amor el mar. Descanse el séptimo día.
II Reúna los silencios necesarios. Fórjelos con sol y mar y lluvia y polvo y noche. Con paciencia vaya afilando uno de sus extremos. Elija un traje marrón y un pañuelo rojo. espere al amanecer y, con la lluvia por irse, marche a la gran ciudad. Al verlo, los tiranos huirán aterrorizados, atropellándose unos a otros. Pero... (no se detenga! la lucha apenas se inicia.
SUBCOMANDANTE MARCOS
SUBCOMANDANTE MARCOS
Hace sólo algunos años, el subcomandante Marcos asombró al mundo. Con sus guerrilleros zapatistas apenas exigía Tierra y Libertad. Muchos exhibieron un gesto de desprecio y otros hicieron como si no pasara nada. Muchos gritaron que, simplemente, estaban locos.
Pero como acabas de leer soñaban un mundo distinto en el que todos tenemos cabida. Ahora puedes salpicar de soles el mundo. Pintar de rojo los árboles.. Construir miles de arco-iris... Escribir como sería el mundo que sueñas.
JESÚS ÁNGEL REMACHA
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