SU VOZ
Su voz es tan delgada como casi inaudible.
Como una tristeza lejana. Como un gemido...
Su piel y su pelo se han vuelto intensamente blancos.
Y casi, ni se reconoce. Pero se reconocé siempre que me ve o cuando la hacen sonreír...
Me llama x las noches y x las noches tiene miedo.
Se acurruca y se encoge. Cuando la hago reír, me siento como un árbol rojo.
Me acuesto a su lado. Y hago que su respiración se acompase a mía
Cuando duerme, se da una tregua para derrotar a sus miedos.
Te quiero
JESÚS ÁNGEL REMACHA
Su voz es tan delgada como casi inaudible.
Como una tristeza lejana. Como un gemido...
Su piel y su pelo se han vuelto intensamente blancos.
Y casi, ni se reconoce. Pero se reconocé siempre que me ve o cuando la hacen sonreír...
Me llama x las noches y x las noches tiene miedo.
Se acurruca y se encoge. Cuando la hago reír, me siento como un árbol rojo.
Me acuesto a su lado. Y hago que su respiración se acompase a mía
Cuando duerme, se da una tregua para derrotar a sus miedos.
Te quiero
JESÚS ÁNGEL REMACHA
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