El viaje apenas ha comenzado y, sin embargo, parece que llevan muchas tormentas juntos. Se conocen, se abrazan, se quieren y, a veces, como hoy se emocionan y lloran.
Ahí están ellos: Rocío, la que descubre el frescor de la mañana; Eva, la protectora, la que da la vida, la alegría; Ana, la que abraza y se compadece; Sergio, el guardián de las esencias, María, la elegida; Roxana, la de la mirada brillante; Samuel, el que sabe escuchar y escucha; Nisrine, la del alma más hermosa; Mario, el elegido de los dioses; Rubén, el que ama la vida; Alejandra, la protectora; Adrián, el que viene del mar; Tamara, la de la emoción a flor de piel, Mónica, la hermosa solitaria y Plinio, el que conoce muchas cosas.
Están reunidos, el pretexto no es mirar las estrellas, es hablar de un libro que les está provocando más de una carcajada y una visión limpia de la vida. Las bicicletas son para el verano es el bálsamo, la catapulta, la Vía Láctea, la mano que señala la luna también el punto de partida...
Los amores de Luisito, las Brigadas Internacionales, Pasionaria...
dan paso a una discusión tierna y vibrante. Plinio, viajero experimentado, no recuerda nada parecido. A veces habla, pero hoy calla. Mira emocionado a sus compañeros de viaje y no da crédito.
El aborto, el divorcio, las guerras y el dolor que provocan, la importancia del conocimiento, el amor que todo lo puede, la justicia frente a la injusticia, las sociedades que avanzan y las que miran el pasado, la democracia frente al fascismo de Franco...
el dolor, el miedo, el coscorrón, la violencia machista, los malos tratos... y es cuando La que alumbra la mañana se emociona y llora y nos cuenta una historia tremenda, dolorosa, tristísima, llena de vida, emocionante... Todos los viajeros se levantan y la abrazan.
Gracias por el inmenso regalo de este día, de estos días, de este viaje, de este tiempo...
JESÚS ÁNGEL REMACHA -Ah, soy Plinio-
Antes del asesinato están los malos tratos; antes de los malos tratos está la paliza; antes de la paliza está el coscorrón; antes del coscorrón, el grito; antes del grito, el insulto.
Los malos tratos a las mujeres comienzan con las palabras del alcalde de fachadolid. No sé cuantos Manueles de la Riva. Del Partido Popular, por supuesto.
¿Y si le compramos un bozal? Os quiero.