miércoles, 13 de julio de 2011

Me llamo Plinio

Y de pronto tengo un ataque de nostalgia, aquí en el estómago, es decir en la mirada, es decir en el alma, en mí.
Mi casa está casi sin libros, ya sin fotos, con los cuadros bien resguardados y en una caja, todos los recuerdos de Li.
En maletas: pajaritas, corbatas, trajes y camisas de Pedro del Hierro y R. Lauren... camisetas de NIcaragua, de Ho-chi-ming, y aquella de aquella tarde con Fidel.
Tapices de Masaya, vasijas de Estelí, marionetas de Mandalay, máscaras de Venecia, y toda la luz de La Habana.
Fulares de Mai-Chau, cuadernos de Nueva York, una bala del ejercito rebelde, de los Barbudos y unas esposas de...
Autógrafos de Borges, Cortázar, Benedetti, Saramago o Ángel Gónzalez. Una paloma dedicada por Alberti.
Toda una vida que cierro en Alcalá.
Toda una vida que se abre en Madrid.

La nostalgia se deshace como un azucarillo.
Esta noche voy a quemar Alcalá.
Plinio

martes, 12 de julio de 2011

ISLA DE ROJO CORAL

Por el mar de ls Antillas
anda un barco de papel.
Gracias siempre barbudos
siempre gracias. Fidel.
Anda y anda el barco, 
barco sin timonel.
Gracias siempre barbudos, 
inolvidable NIcolás Guillén.

Releo Songoro Cosongo, 
recito a la Sensemayá
de La Habana a Portobello
y de Jamaica a Trinidad.
Anda y anda el barco
barco, sin capitán.
La ciudad de las columnas
el Malecon y más allá.,

Un cañon de zucar, zucar 
contra el barco disparó
Y la luz de las Antillas
le respondió:
Ay, mi barco marinero,
con su casco de papel
Ay mi isla coral y roja
de Carpentier.

Por el mar de las Antillas, 
anda un barco de papel.
Gracias siempre barbudos, 
inolvidable NIcolás Guillén.


Nicolás Guillén 109 años.
Y yo cincuenta y tres
Jesús Ángel Remacha


lunes, 11 de julio de 2011

Se cómo te llamas, tu nombre es...

Esta mañana he salido a pasear muy prontito, quería destejer el camino que me ha traído hasta esta casa de Álcala. Los pisos en los que viví, los coles y aquellos bares en los que me besaba.
Quería destejerlos, para tejerlos en mi memoria. Me detuve, sin detenerme en varios rincones, en alguna plaza y en algún balcón furtivo.
Evoqué rostros, nombres, sonrisas como frutas, amores incombustibles que terminaron por terminar.
Al fin.
Al fin me detuve en un rincón. 
Y ahí estaba ella.
Yo tomaba una cerveza y antes de verla il mio cuore se alteró.
La reencontré hace unos meses. Fue alumna mía hace 30 años. Y es tan bonita!!! Y tan tierna...
Y tan, tan... 
Mañana de mañana, vendrá a casa
-No te vayas, no te vayas
Escucho a Chavela Vargas y te escribo.
Su boca es como la lluvia y el fuego.
Su piel como el fuego y el desierto.
Adios Alcalá, hasta luego Lucas.
Y vos me espera en Madrid-
Plinio