sábado, 28 de septiembre de 2013

VIDA


Después de todo, todo ha sido nada, 
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada


No queda nada de lo que fue nada. 
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.                         
JOSÉ HIERRO

La literatura es la defensa contra las ofensas de la vida -dijo Pavese. 
A veces, es una bala directa al corazón. JESÚS ÁNGEL REMACHA







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