¡QUE VIVAN LOS DRAGONES! y 3

Está claro que en este país, la culpa del bajo nivel literario y cultural, la tienen solamente los alumnos. Y también las alumnas.
No importa que los poderes públicos no inviertan ni en educación, ni en cultura, ni creen más bibliotecas, ni más talleres, ni siquiera más laboratorios…
No importa que, aquí, nadie piense la Escuela Pública, ni defienda que la Educación y la cultura son imprescindibles para el futuro de este país.
No importa que el profesorado, adolezca de una formación inicial óptima, ni que se pueda ser profesor con la nota más baja para cualquier carrera universitaria.
No importa que los padres no puedan compaginar sus espacios de trabajo o de ocio con el trabajo y el ocio de sus hijos. Ni que nadie les informe de cómo cambian –no se transforman- los planes de estudio de sus hijos..

La culpa la tienen los alumnos.

Y, sin embargo, en estos tres meses de curso, hemos leído a Kavafis, a Nicolás Guillén, a García Márquez, a Galeano y Julio Cortázar. También a Stevenson, Gisbert, Verne y Poe. Hemos sabido de Shakespeare y Cervantes.
Don Antonio Machado, Alberti, Lorca o Miguel Hernámdez son habituales casi a diario en nuestras mañanas. Hemos leído relatos de las más diversas Mitologías y recitamos de memoria varios Romances.

Ah, y el “Libro del frío” de Antonio Gamoneda es nuestro libro de cabecera.

¡Qué ignorantes son estos jóvenes! ¡No leen nada! Nada de nada.

JESÚS ÁNGEL REMACHA