ULISES LLEGO A ITACA

Y ULISES LLEGÓ A ITACA. Ni el tentador canto de las sirenas, la belleza ardiente de Calipso, el poder ciego de Poseidón o la fiereza de Polifemo fueron suficientes para detener su camino.

Lestrígones, Hermes, los Cíclopes fueron derrotados en este viaje sembrado de tormentas y tempestades, violentas trampas, engaños imposibles y seres tenebrosos. También sorteó noches de pesadilla

Ulises mantuvo su pensamiento libre, su ilusión intacta, afilada su astucia. Hizo acopio de hermosas palabras, mantuvo viva su emoción alimentando sus sueños y sus deseos. Guardó siempre a Itaca en la memoria.

Ulises llegó a Itaca. En la playa, descalza, le esperaba Penélope.

Escribi estas líneas, esta metáfora en la noche del 14 de marzo de 2004. El Partido Popular acababa de perder las elecciones. Fueron cuatro años durísimos, casi insoportables. Cuatro años en los que la náusea lo fue todo. Igual que estos cuatro últimos años, con el P.P. en la oposición.

Es un triunfo haber podido llegar aquí. Saber que Itaca siempre es posible. Que no todo vale en la vida.

Que la fiereza, los engaños, las trampas siempre acaban por descubrirse. Que Ulises y los argonautas saben que el camino es lo importante y disfrutan y aprenden en él.

Y que quienes se creen dioses, no tienen ni tendrán nunca el valor de Prometeo, la astucia de Ulises, la fuerza de Sísifo, la voluntad generosa de Ceres, ni la velocidad de Atalanta.

Escribo estas mismas letras, hoy. Sin duda esta no es la playa de Ítaca. Pero como dice Galeano, lo importante es el camino. Y aquí estamos caminando.

Y lo más importante, el P.P. ha vuelto a perder las elecciones. Y ESE ES SIEMPRE UN MOTIVO DE FIESTA.

JESÚS ÁNGEL REMACHA

¡Estoy tan triste! ¡Tan, tan triste!