ABRIL EN MANAGUA

Es 19 de julio en Managua. A la plaza de la Revolución cominzan a llegar los primeros camiones con gente de todo el país. Carlos Mejía Godoy ensaya con su guitarra: “Ay. Nicaragua, Nicaraguita…” y en el estrado ya están Miguel D'Escoto y Ernesto Cardenal.

Dentro de una hora, la plaza se llenará de jóvenes, de banderas rojinegras... Muchos llevarán la imagen de Arlen Siu o de Carlos Fonseca Amador... La construcción del sueño es ya una realidad. 1987.

Hace 8 años, los tambores de Monimbó anunciaron el comienzo de la utopía. A su rebato acudimos miles y miles de soñadores y soñadoras de todo el mundo. Había comenzado la creación del mundo. Varios nombres nos tenían conmovidos: Masaya, FSLN, Dora María Tellez, nuestro ideal republicano de Justicia Social...

Tomás Borge escribía "La ceremonia espedara", media Nicaragua enseñaba a leer a la otra media, nosotros recogíamos café, construíamos escuelitas, casas y repartos. Y por soñar, soñábamos que eramos brigadistas en un Madrid bombardeado.

Esta madrugada partí de Estelí, la ciudad blanca para escuchar a Daniel y Sergio, para cantar, beber guaro y celebrar que Reagan aún no nos ha derrotado.

En esta plaza, me sentaré dentro de otros veinte años, en un día como hoy. Reagan ya ha muerto. Daniel Ortega sigue hablando. Nicaragua no es aquel país. JESÚS ÁNGEL REMACHA.

CAINES SEMPITERNOS

Un 18 de julio, los caínes sempiternos iniciaron el asalto contra la República.

Otro 18 de julio, regreso de Cuba y me encuentro con que este país tan adelantado y moderno mantiene una forma de gobierno propia de la Edad Media. (En Cuba me hablaron tanto de la República española, que pensé...)

Regreso de un país fascinante y me encuentro con otro en el que hay un rey que jamás ha consentido crítica alguna contra el franquismo; con una derecha que aún sigue hablando del 11-M; con un país timorato que sólo sabe hablar de fútbol y del miedo a los extranjeros.

Paseo por la calle Princesa de Madrid llena de vítores al franquismo; la iglesia de las Bernardas o la catedral con la gloria de los asesinos; los portales de las casas con la memoria de Falange... ¡País tan divertido!

La ley de la Memoria histórica sigue siendo sólo papel si los poderes públicos no se atreven a llevarla a cabo.
Necesitamos ajustar cuentas con nuestra memoria. Un curita de Pedro Bernardo también lo ha hecho: ¡Estos rojos son el infierno!

No. Sólo queremos conocer nuestra historia. Poner en orden lo que nuestros padres no supieron, no pudieron llevar a cabo.

La memoria es un acto de liberación. Queremos saber el nombre de quienes murieron sus ideales republicanos y de Justicia Social. Tan sólo saber la verdad. Poner nombre a los desaparecidos.

JESÚS ÁNGEL REMACHA

YO ME QUEDO

El arte de escribir es un proceso de liberación. Fidel y los barbudos liberaron Cuba de la tiranía de Batista. De la tiranía sangrienta de Gerardo Machado.

Cuba fue un país digno y orgulloso. Un pais pequeñito que cometió el terrible delito de enfrentarse al poderoso vecino del Norte. Pobre Cuba tan lejos de dios y tan cerca de los Estados Unidos.

Un país que ha llenado el mundo de infamias en nombre de la libertad, lleva casi 50 años sometiendo a Cuba a un obsceno bloqueo.

Yo me quedo. Me quedo con la dignidad y la música. Me quedo con la poesía y los barbudos. Con el Malecon y Silvio. Con las mulatas y sus caderas. Con un mojito en la Bodeguita de Enmedio.

Cuba inició un proceso de Liberación que iluminó continentes enteros, que convocó a soñadores de todo el mundo. Voy a Cuba y en Cuba me quedo.

Pensar que vienes y volverás conmigo me conmueve. Por eso escribo. Para contarte que Cuba se acercó y se acercará al paraíso.

Yo me quedo.

Plinio

PLINIO EN EL PARAISO

Viajo de nuevo al paraíso sin el paraíso. De nuevo mis pasos me acercan a La Habana, me acercan a ti, aunque tú no vengas conmigo, dicen.

De nuevo voy a habitar la ciudad de mis sueños, la ciudad de la que me enamoré hace 22 años, cuando sin conocerte, hice el primer viaje en tu búsqueda.

De nuevo viajo a La Habana. Un libro de Galeano, una canción de Silvio y una fotografía tuya son mi único equipaje. También el cuaderno que me has regalado. Ya sé que historia voy a escribir en él.

Fuera de equipaje viajan conmigo todos los abrazos, los quereres, el amor, el tiempo, los versos, la vida que me has dado. También vienen tus ojos, la manera con la que me miras. Los pasos que he dado a tu lado.

(No sé si podré volver a parpadear)

PLINIO

LOS JARDINES SECRETOS

Nada hay tan difícil como narrar la pasión erótica. Hay mucha basura publicada. Incluso el inefable Vargas Llosa se ha atrevido con este género en algunos libros dignos de olvidar: "Elogio de la madrastra, o Travesuras de la niña mala."

La novela erótica es la llave que abre las puertas a una magnífica aventura. Es el sonido de Lolita al morder una manzana. Su frescor. Es el bamboleo sexy entre Oliveira y la Maga en la Rayuela de Cortázar. Los Trópicos de Henry Miller.

Es todo lo contrario a lo que se hace: pornografía barata. La Literatura erótica despierta la memoria sensorial del lector, su sensualidad, el recuerdo de las pieles que ha amado.

En "Los jardines secretos de Mogador", Jassiba cansada de su rutina sexual, le exige a amante que visite los jardines ocultos y clandestinas de su ciudad. Los amantes dejarán de serlo, si él no es capaz de conquistar de nuevo a la amada.

No volverán a serlo hasta que él, no encuentre la clave de la mujer que ama. Hasta que no la conquiste de nuevo. Hasta que no la acaricie con la memoria del viento, con el relato gozoso de los jardines, con el perfume de las granadas. Ella teje un tapiz de deseos para que su amante tome la iniciativa y la sorprenda. Él visita los jardines de la ciudad, sorprendido por el fuego y el agua de su amada. JESÚS ÁNGEL REMACHA

Los jardines secretos de Mogador.Alberto Ruy Sánchez. Alfaguara.

LOS NOMBRES DEL AIRE

Leo un libro rebosante de placeres, de sensualidad, de lujuria. El sueño y el deseo son sus hilos conductores. Un hilo fulgurante, un paraíso fugaz, un orgasmo de primavera. La búsqueda de un deseo perturbador, que acelera la sangre, el pulso, el ritmo cardiaco...

Leo un libro de mujeres, sobre el deseo de las mujeres, sobre las mujeres deseadas, las mujeres que desean. Mujeres de agua y de fuego. Mujeres de fuego y de agua. Mujeres estremecedoras, asombradas y asombrosas. Mujeres reales como los labios del agua.

Una sorpresa, un parpadeo, una leve mariposa, un fulgor desatado.

Un libro que huele a cabellera enredada, a menta y hachís, a durazno mordido, a cuerpos desnudos en el agua.

Y todo sucede en Mogador, la ciudad roja del desierto, la de los jardines secretos del alma. La ciudad del misterio en la que las mujeres tejen y destejen los deseos en una tela de arana. JESÚS ÁNGEL REMACHA
"Los nombres del aire" Alberto Ruy Sánchez. Alfaguara

BENEDETTI

Leo a Benedetti para que no me traicionen mis propias huellas. Para hacer un trato con la vecina de enfrente. Para evitar que la guerra se disfrace de paz.

Leo a Benedetti para seguir queriendo a Cortázar, para no andar a tientas, para que la memoria no sea azar si no fragmento del infinito.

Leo a Benedetti para vivir adrede; para construir un puente, una tregua; para quererte por que sós, para saber llegar a Montevideo.

Leo a Benedetti para leer a Galeano, para no cruzar el río del olvido. Para amar y abrazar, para nacer una primavera en cualquier esquina rota. para que la desmemoria no borre el viento del exilio.

Leo a Benedetti para que ella me descubra leyéndolo y al fin me ame. Y deje de ser corto el amor y largo el olvido. Para conquistar a esa muchacha que espera un poema. Para atravesar el sueño. Para huir del olvido.

Leo a Benedetti para seguir viviendo. Adrede. JESÚS ÁNGEL REMACHA

EL MANIFIESTO

Vargas Llosa, Savater, Azúa, Boadella...firman y afirman un manifiesto en defensa del castellano. De un idioma que está en peligro -dicen.

Corífeos, meapilas, quintacolumnistas y otros que se apuntan a un bombardeo no han dudado en lanzarse en tromba aprovechando el entuerto

Defendamos el castellano, y el catalán, y el eusquera y el gallego. Reivindiquemos que en todos los colegios y los institutos de España se pueda estudiar cualquiera de esos idiomas.

Que a mis alumnos les ofrezcan esa posibilidad. Que sepan que hay gente que piensa, habla y sueña en un idioma diferente. Que se siente más cómodo pensando y expresándose con el.

Que sepan que son idiomas tan antiguos o más que el suyo, perseguidos durante mucho tiempo.

Un manifiesto firmado por Vargas Llosa. ¿Y qué más?

Savater en otro tiempo...

Y ahora El Mundo y el reportero del Tremedal, Federico. Lastima de nombre.

Firmar eso. Ni en sueños. JESÚS ÁNGEL REMACHA