jueves, 11 de septiembre de 2008

SALVADOR ALLENDE

Hace 35 años, un grupo terrorista bombardeó el Palacio de la Moneda en Chile. Aviones de la CIA, comandados por Pinochet y Kissinger bombardearon sin piedad Santiago de Chile. Los terroristas avalados por el gobierno de los EE.UU sembraron el terror el la bella ciudad chilena.

Murió Salvador Allende, fue asesinada la democracia, y una dictadura de veinte años asoló Chile. "La caravana de la muerte" recorrió todos los países del cono Sur, buscando algún rojo, algún intelectual, algún obrero comprometido, algún maestro al que fusilar o arrojar en medio del Atlántico a mil metros de altura.


Murió Salvador Allende, pero casi nadie lo recuerda hoy. Esa panda de nostálgicos que seguimos pesando que un mundo mejor es posible. Nuestra memoria se ha quedado parada en ese terrible 11 de septiembre de las Torres Gemelas.
Un grupo de fanáticos llevó la destrucción a todo un país. Lo hicieron poniendo como pretexto la invasión de Irak. Otro grupo de fanáticos del mismo signo, llevó la desolación y la muerte a un país que buscaba una vía democrática al Socialismo.
Nadie parece acordarse de aquel día que marcó a toda una generación. Y, en las listas de los galardonados con el Premio Nobel de la Paz, aún, sigue el nombre de su asesino mayor: un tal Kissinger, que en aquel momento era Secretario de Estado de los EE.UU.
Lástima de memoria, lástima de mundo de pensamiento único, que no ve más allá de su propio ombligo. JESÚS ÁNGEL REMACHA

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