Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
—así en la costa un barco—
sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
Volveremos a encontrarnos en las calles de Lisboa o de La Habana. En la entrada de un cine, en el parque del Retiro de Madrid o leyendo a nuestros poetas favoritos. Volveremos a encontrarnos, nuestros senderos que ahora se bifurcan se encontraran de nuevo.
Os regalo, esta parabola de Don Antomio Machado.
Gracias por enseñarme tanto, por tanta ternura, por... JESÚS ÁNGEL REMACHA
1 comentario:
Gracias, profesorrito.
Gracias
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