miércoles, 1 de mayo de 2013

SOY EL DUEÑO DE TU MENTE


 
En nuestro taller de escritor leímos a Poe y a Becquer, el gato negro y el monte de las animas. Vimos Psicosis y llego la hora de escribir un cuento coro de terror corto, cercano, íntimo... Este fue el mío.

"Te lo voy a explicar tranquilamente, sin prisas, ahora estamos solos tú y yo; mírame y relájate, todo acabará pronto. Acepta que soy el dueño de tu mente, que veo lo que tu corazón siente y me aprovecho del dolor que te causa este desamor. No llores, no sirve para nada, o mejor si, aprovechare todas tus lágrimas para ahogarte en ellas.

-¡He dicho que me mires!,

tranquila, yo haré que dejes de sentir dolor, ¿no te he prometido acaso que todo acabará pronto? Me acercaré lentamente por tu espalda hasta que notes mi aliento, acercaré mis labios a tu oído, verteré en él todo este veneno que expulso a través de esta boca llena de cuchillos.

Te pintaré tus labios de un rojo sangre. Los ojos lucirán esa sombra negra y la cara adquirirá una tonalidad... morada, así es como estarás mas hermosa para mi.

Notas lo fría que esta la hoja del cuchillo ¿verdad?, se que la notas pasando por tu mejilla mientras tus muñecas sudan sangre en tu intento de fuga.
El crujido de la silla a la que estás atada se convertirá en una dulce sinfonía para todo este circo que he montado en tu honor.

¡No!, no cierres los pjos, ni se te ocurra dormirte. te quiero despierta. Se que estás cansada, pero aguanta un poquito mas. Dentro de poco dormirás un sueño muy largo. Eternamente largo.
Mírame. Es inútil que tiembles, inútil que me ruegues nada.  Inútil que llores. Que me supliques. Dentro de un instante te taparé los ojos. Te besare los labios por última vez.luego todo será silencio.
Ha sido el juego más interesante de mi vida y de la tuya también, por que acabas de morir.       JESÚS ANGEL REMACHA.

2 comentarios:

Sara dijo...

Nos contaste este cuento sentados a oscuras en el suelo. Tan solo unas velas... Luego nos contaste aquel cuento tan terrorífico, tan divertido.
Besos profe.

Jesus Angel Remacha Elvira dijo...

Gracias Sara, tb yo recuerdo aquel cuento tuyo. Y tu sonrisa que te hacia una alumna muy especial

Gracias...