domingo, 1 de diciembre de 2013

VERNE, EL SOCIALISTA UTÓPICO

Hay otro Verne. Es el Verne socialista. El que recoge la herencia de los socialistas utópicos: de Saint-Simón, de Owen.
El escritor romántico que anhela la libertad como Espronceda, la voluntad de Mary Shelley o los ideales de justicia y fraternidad de Lord Byron.
Es el escritor, que sin moverse de Nantes, la ciudad en la que nació, recoge y propulsa los ideales de la Revolución Francesa.
El que defiende el sentido de la Felicidad como matria o patria de los hombres. 
El que nos abrió los ojos en los quinientos millones de la Begum  y denuncio la esclavitud y alerto de la llegada del nazismo. 
Mi querida Pradito, amore, ese Verne del que me olvide hace dos días en la tarde en la que volvimos a vernos. 
Haces bien en querer que tu hijo lea a Verne.  También en su serie de los Viajes extraordinarios denuncia la situación de la ciencia en España. 
De aquella Expaña tan cutre,  reaccionaria y triste como la que nos toca sufrir ahora. No importa, pues, que escriba algunos de sus libros con cierto tono decimononico, lleno de descripciones. Importa que te gustara, que me gustase. 
Importa que poblara este mundo de viajes y sueños, que nos mostrara mundos maravillosos o que nos advirtiera de los peligros de una sociedad que no tenga como eje el bienestar, El Progreso, la fraternidad. 
Gracias por recordarme a este Verne. Hoy tan necesario. Buenas tardes, amor, es primero de diciembre. Largo noviembre de Madrid. JESÚS ÁNGEL REMACHA

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