jueves, 3 de abril de 2008

AMARANTA EN LOS LABIOS DE ZAINAB -2-

... Jashiba detuvo su dedo en el aire. Contempló los rostros asombrados de quienes le escuchaban y contuvo el aliento. Nadie pidió silencio esta vez. Movió la mano trazando enigmáticas figuras en el aire y continuó:
-“Zaibad atesoraba en su memoria palabras e imágenes que había guardado celosamente desde su niñez. Sus manos aún se incendiaban con las palabras que su abuela materna le había regalado y con la sabiduría de los libros de aquella biblioteca ya desaparecida.
Vestía una túnica roja. Su pelo era tan negro y su mirada tan profunda que me hizo temblar. Me ardió la piel. Zainab tomo entre sus manos un libro antiguo que llamó poderosamente mi atención. Era un libro diminuto, que pasaba casi desapercibido en aquel mar de legajos, objetos extrañísimos, vitrinas repletas de dioses y brujas colgando de las paredes y toda suerte de amuletos y astrolabios.
Zainab tomo aquel libro que casi se deshacía entre sus manos, lo abrió con veneración y comenzó a declarar con una voz quejumbrosa, sonámbula, casi inaudible: “Vengo movido por mi sangre, / Por su mirada. / Vengo orientado por su lengua, por mi sed. / Todos los días me visto de vientos, / de miradas, de deseos, / y cuando me escuchan / de todo me desvisto. / Soy tan sólo el aire de lo quer cuento. / Una voz sonámbula. / Una voz que busca enamorada / la intimidad de la tierra."
...
JESÚS ÁNGEL REMACHA

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