lunes, 28 de abril de 2008

RETRATOS DE MUJER. MARIANA PINEDA

Fernando VII, el rey felón, el rey absolutista, el que regresó al grito de “vivan las cadenas”; el mismo que borró de un plumazo la Constitución liberal de las Cortes de Cádiz; el que fue recibido con vivas tras el levantamiento del 2 de mayo de 1808, fue el culpable de su muerte: su asesino.
Sucedió en Granada el 26 de mayo de 1831. El verdugo la subió al patíbulo y a garrote vil, la ejecutó. Su heroísmo quedó en la memoria popular como símbolo de lucha en defensa de la justicia y la libertad.
Mi abuela que también nació en Granada en 1892 me acunaba con un romance que aún tengo en la memoria: ¡Oh! Qué día tan triste en Granada, / que a las piedras hacía llorar / al ver que Marianita se muere / en cadalso por no declarar. / Marianita, sentada en su cuarto, / no paraba de considerar: / «Si Pedrosa me viera bordando la bandera de la Libertad». / Federico García Lorca, también de Granada, escribió una obra de teatro dramatizando este romance conmovedor.
Fernando VII, el rey felón, suprimió las libertades, devolvió a la iglesia y a los terratenientes sus privilegios y bajo pena de muerte prohibió cualquier manifestación contra su persona o contra sus leyes.
Miles de personas fueron llevadas al patíbulo. Las cárceles se hacinaron con hombres y mujeres, defensores de la libertad. Y las manos del rey continuaron llenándose de sangre.
Mariana Pineda, viuda y madre de dos lo que hijos, pionera de lo que hoy llamamos feminismo, se desbordó en defensa de sus ideales: hizo de correo con los exiliados de Gibraltar, gestionó pasaportes falsos para perseguidos.asistió a los presos en las cárceles…
Un día la detuvieron bordando una bandera. No es la borbónica. Es la de color morado. La favorita de los masones, la que representa la libertad… Pedrosa, juez de la causa, le ofrece el perdón si delata a sus compañeros. "Nunca una palabra indiscreta escapará de mis labios para comprometer a nadie. Me sobra firmeza de ánimo para arrostrar el trance final”
El rey felón y aquel Pilatos llamado Pedrosa, la condujeron al patíbulo y allí la ajusticiaron. Cien años después, con la llegada de la IIª República, volvería, a este país, el sentido de la Libertad y la Justicia, la reivindicación del papel de la mujer y la bandera de color morado. Hoy, Mariana Pineda, sigue siendo un símbolo para quienes defendemos los mismos ideales que ella. JESÚS ÁNGEL REMACHA

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