lunes, 30 de junio de 2008

DEL VERANO Y OTRAS LUCES

Se llama Li. Nube, flor, vida. Cuando ríe, la primavera dice hola con un bosque de margaritas y luz. Cuando llora, sus ojos, son un bosque de luz y margaritas.
La conocí una mañana de diciembre. Lo demás es fácil de contar. La amé. Es difícil no amarla. Desde entonces se instaló en mi vida. Y yo ya sé que hacer con el amor. Compongo canciones, dibujo poemas y construyo habitaciones de cristal para poder mirarla.
Con ella es fácil
No hay que llamarla ni con diamantes, ni con gorriones. Tampoco con un abrazo de color violeta, aunque lo agradezca siempre. Solo hay que llamarla con su nombre. Y es cuando nacen el aire y el fuego y la tierra y el agua. El universo se preña de colores y Neruda escribe una mariposa que hace cosquillas en el estómago. PLINIO

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