martes, 17 de junio de 2008

EL VIENTO NO HINCHA LAS VELAS

El viento ya no hincha las velas. Las montañas no están nevadas. Y aquellas banderas no ondean como solían.
El aguilucho dejó de devorar las vísceras de Prometeo y otros héroes. Y gracias al esfuerzo de Sísifo, el fuego y la vida dejafon de pertenecer a quienes se consideraban dioses.
Ya no hay rutas imperiales que recorrer. Nunca fuimos un pueblo de bueyes, aunque quisieran ponernos su yugo. Y el haz de flechas está guardado en la casa de Guillermo Tell. Que tampoco pone ya manzanas sobre la cabeza de su hijo.
Atalanta que se agachó a recoger la tercera manzana, fue adelantada por el astuto pretendiente. Y Ulises llegó a Ítaca.
Tardó veinte años. Lestrigones, Calipso, Sirenas y Polifemo quisieron impedirlo. Pero nadie detiene los procesos sociales. Ni puede poner puertas al viento. Y en las alamedas paseamos ya los hombres y las mujeres libres.
La memoria nos hace dignos y libres. Y la palabra nos ayuda a dar forma al mundo.
Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Y es que hay quien no se conforma con llevar una venda en los ojos y quiere ponérsela a los demás. JESÚS ÁNGEL REMACHA
Post Scriptum: la inmoralidad no es nuestro estilo de vida. Pero el silencio y el olvido tampoco.

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