domingo, 29 de junio de 2008

PANEM ET CIRCENSES

Como el fútbol, ni me interesa ni me importa, decido salir a correr. Son cerca de las diez de la noche. Las calles están vacías.
No hace falta que sepa cómo va a quedar el partido. Si España pierde, la noche será silencio. Si España gana, estallarán los fuegos artificiales detrás de cada ventana.
Mientras corro, pienso en la voz meliflua y emocionada de un locutor que acaba de entrevistar a esos príncipes tan humanos. Lástima de sábana para recoger la baba... Las tonterías de algunos locutores sobre la importancia de ser español en el mundo. Tanta patria. Tanta bandera. Tanto aguilucho y tyanto toro.
Pero corro feliz. En la calle no hay nadie, disfruto de la noche y la ciudad... Y cada vez que gritan miles de gargantas emocionadas, al unísono...
Me imagino que son 17 millones de gargantas que claman indignadas por el trato que se da a los emigrantes, que exigen una sanidad y una educación públicas, que rechazan las 60 horas de trabajo semanales, que reivindican un mejor mundo para todos...
Esta noche voy a salir a correr de nuevo. Tanto circo y tan poco pan. JESÚS ÁNGEL REMACHA

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